Desde el departamento de Lengua Castellana y Literatura del Instituto llevamos varios años organizando un concurso de microrrelatos como celebración del Día del Libro. Nuestra propuesta consiste en escribir un pequeño relato -entre 150-200 palabras- que tiene que comenzar obligatoriamente con un texto a libre elección de entre unos cuantos que se proponen.
Los microrrelatos se escriben en una clase de Lengua durante la semana del Día del Libro y los profesores los recogen y seleccionan aquellos que les parecen mejores. Los miembros del departamento los ponen en común y, como un jurado literario, otorgan los premios.
Este curso tan extraño de las mascarillas, el gel hidroalcohólico y la distancia social, tuvo también una entrega de premios diferente, en la biblioteca, con escasísima presencia de público, con sesión fotográfica y, sobre todo, con un vídeo con la lectura de los microrrelatos por parte de los ganadores para que todos podamos disfrutar de estos relatos que aparecen aquí también para su lectura.
PREMIADOS EN LA CATEGORÍA 1º Y 2º ESO
PRIMER PREMIO – David Santos González, 2º F
La playa
Cuando me senté a contemplar el mar, sentí una presencia inquietante en la playa desierta que actuaba de forma inusual. Me dispuse a ir a investigar esa presencia la cual había enterrado algo.
Me preparé para desenterrarlo y me encontré… con un montón de conchas maravillosas y bonitas. ¿Unas conchas? ¿Qué tendrán de especial unas conchas, os preguntaréis? Para vosotros, que las rompéis, no son nada, pero para mí, son mi casa y mi refugio.
Me puse a elegir unas conchas cuando, de repente, una red se puso sobre mí, me levantó y vi a una persona mirándome, con una cara malévola. Me metió en un envase y me llevó a su casa. Cuando me metió dentro, pude observar las paredes, que estaban llenas de conchas como la mía, y que tenía a más de los míos encerrados en envases de cristal, sin comida, ni agua, ni oxígeno.
En ese momento, me di cuenta de mi perdición; me metí en mi concha, lo cual no sirvió para nada, porque me sacó y me metió en el envase, y ahí estaba toda mi vida, hasta la MUERTE.
Firmado: Cangrejo ermitaño, playa de San Lorenzo, 2020.
SEGUNDO PREMIO I – Azahara Torres, 1º F
El juego del televisor
Si miras el televisor fijamente, verás que alguien desde dentro mira hacia ti. Carolina, una chica de 16 años, se enteró de este terrorífico juego. Consistía en mirar fijamente un televisor y, cuando uno notase que te miraban, la tele se convertiría en un portal.
Ella no se lo terminaba de creer y decidió probarlo. Tenía curiosidad por saber adónde le llevaría ese misterioso portal. Una noche lluviosa de invierno invitó a cinco amigas: Lucía, Alicia, Aitana, Sara y Nerea. Todas se pusieron enfrente del televisor menos Nerea, que había ido a la cocina. Las demás lo intentaron varias veces, pero no lo conseguían. A media noche fueron a buscar a Nerea a la cocina, pero, para su sorpresa, no estaba allí. La buscaron por toda la casa y no aparecía. Poco después, empezaron a desaparecer una a una hasta que solo quedó Carolina. Ella, atemorizada, se dio cuenta de que el televisor había cambiado. Los colores se volvieron más grises y sus amigas estaban dentro y no podían salir. Carolina intentó cerrar el portal, pero acabó ella también allí atrapada. Así es como seis niñas se quedaron atrapadas en un bucle de fama y dinero de donde jamás pudieron salir.
SEGUNDO PREMIO II – Ismael Paniagua 1º A
La historia
Una sombra pasó fugazmente tras la ventana de la casa solitaria de la colina, mientras estaba mirando las estrellas de la noche. Decidí ir a investigar la extraña silueta de la sombra. Fui corriendo a la casa. Cuando llegué, vi unos guantes ensangrentados, pieles como la mía, ojos, etc. Seguí avanzando y vi una piedra de tres veces mi tamaño, y un riachuelo de sangre en el que me podía bañar.
Cada vez estaba más nervioso, como una lagartija huyendo sin su cola, o una rata cuando ve una trampa. En fin, el esqueleto se me iba a caer al suelo por el miedo, aunque, bueno, así podría bailar mejor. Bueno, ahora que lo pienso prefiero conservarlo. Seguí caminando para ver, aunque hubiera preferido no seguir, porque vi al asesino.
Aun escucho sus palabras cuando me iba a matar: “Anda, otra lagartija”. Aunque no consiguió pillarme y, gracias a eso, hoy te puedo contar esta historia, querido nieto.
PREMIADOS EN LA CATEGORÍA 3º Y 4º ESO
PRIMER PREMIO I – Lucía Vega, 3º C
Covid-19
Hacía demasiado calor para quedarse en casa durmiendo la siesta, así que nuestro protagonista decidió entrar en casa. ¿Sabéis quién es nuestro protagonista? Es el millonario de muertes más famoso en estos momentos. ¿Sabes de quién te estoy hablando ya? ¿No? Pues te estoy hablando del COVID-19. Sí, sí, de ese bicho tan maligno y despiadado que en estos tiempos nos lo está haciendo realmente mal. Él, sin embargo, se lo está pasando genial, porque, claro, de estar encerrado en un laboratorio a viajar por todo el mundo, es maravilloso. Y, además, liga mucho. ¿No me creéis? Pues, liga con la gripe, con el catarro, la sinusitis y con muchas más, y, claro, cuando se juntan y comienzan una relación formal, se van a vivir juntos. ¿A qué no sabéis adónde van a vivir?, pues a Jove, a Cabueñes, a la Paz, etc. Y, además, tienen sirvientes llamados médicas, enfermeros, cirujanas, etc. ¿Y sabéis que es lo más bonito de sus relaciones? Qué siempre mueren juntos.
PRIMER PREMIO II – Alicia García Donoso, 4º B
Si miras al televisor fijamente, verás a alguien desde dentro que te mira a ti. Eso mismo me pasó ayer.
Estaba aburrida, ya había hecho todas mis tareas, así que decidí ver algo en la tele. No sabía qué poner, por lo que me quedé mirando la pantalla en negro, esperando a que por arte de magia alguna serie buena se plasmara en el televisor.
No pasó mucho tiempo cuando me di cuenta de que había alguien mirándome en aquella pantalla. Era una chica con un físico increíble, era guapísima. Se veía que hacía ejercicio y cuidaba su figura, pero lo que más me atraía de ella era… su intensa mirada… Sí, me había enamorado de una chica en una pantalla en negro. No me juzguéis, habríais hecho lo mismo. Solo veía el físico, pero ya me estaba imaginando su personalidad. Seguro que era graciosa, inteligente, carismática, segura de sí misma, pero, sobre todo… humilde… Era demasiado perfecta para ser real.
Ya me estaba cayendo la baba, cuando entró mi madre y me preguntó:
– ¿Qué narices haces mirando tu propio reflejo en la tele como una boba?
PREMIADOS EN LA CATEGORÍA 1º Y 2º DE BACHILLERATO
PRIMER PREMIO – Iván Fernández Varela, 1º BCH
El viento del Norte
La sombra pasó fugazmente tras la ventana de la casa solitaria de la colina, rápida como la luz. Un par de alas plateadas cubrían su espalda y una barba llena de nieve llevaba en su mentón. El ser se paró en el techo de la casa y gritó: “INVIERNO”, una y otra vez.
De repente, un viento helado cubrió la montaña, enterrando la casa en nieve, tal como un niño entierra sus juguetes en la arena. El ser, el dios, bajó de la ya inexistente casa y bramó: “¡HERMANOS! ¿DÓNDE ESTÁIS?” Y con un último llanto, desapareció en la noche, tal y como había llegado.
Esa fue la única vez que un humano vio a un dios llorar. Y desde aquí te entregué mis plegarias. Ojalá encuentres a tus hermanos… Bóreas
SEGUNDO PREMIO – Aina Quiñones Domínguez, 1º BCT
No era tan pequeño como para no caber por aquel ventanuco estrecho… La luna brilla radiantemente bajo aquel árbol viejo perdido en la nada, los grillos suenan, sollozando una melodía que le transmite tranquilidad. No tiene amigos, familia, ni siquiera se tiene a sí mismo; está perdido en un mundo que no llega a comprender. Canta en los momentos donde la oscuridad gana y corre sin rumbo para llegar a encontrar la respuesta de todas sus preguntas. Su única ilusión es poder conocer las verdades de la vida, ¿por qué él es así?, ¿cómo llegó a ser de esa manera cuando anteriormente tenía una vida, una vida perfecta, con felicidad, amistad, amor…? No tenía miedos ni inseguridades, no tenía que escapar de lo que antes fue su familia y esconderse para que no lo mataran.
En la noche siente soledad, solo se tiene a sí mismo y a sus recuerdos. Estos nos acompañan por mucho que la vida nos cambie, siempre nos seguirán. Los días son largos y vaga por el monte buscando comida, refugio, un lugar donde la acojan, pero todo el mundo le tiene miedo, piensan que es un asesino, que no tiene corazón. Él no se siente a gusto consigo mismo, no se quiere, no se acepta. Está tratando de cambiar su físico para que le acojan cuando debería aprender a quererse. La vida le ha cambiado y, por mucho que intente cambiar, no va a ser humano otra vez y seguirá siendo un temible lobo de por vida.
Marian Menéndez dice
Felicidades a los premiados, el nivel este año fue realmente alto. Y muchas gracias a Iván por esos maravillosos efectos especiales.